lunes, 15 de octubre de 2012

LA GUERRA SUCIA EN MÉXICO

La Guerra Sucia fue una política de Estado relacionada con un conjunto de medidas de represión militar y política para disolver la oposición en nuestro país, la cual fue dirigida por las instancias gubernamentales hacia los movimientos sociales y armados surgidos en México en los años sesenta y setenta, específicamente durante las presidencias de Gustavo Díaz Ordaz y Luis Echeverría Álvarez. Este capítulo, actualmente desconocido para la mayoría de los mexicanos, dejó víctimas tanto en la disidencia política urbana (como sucedió durante las Matanzas de Tlatelolco y del Jueves de Corpus) como en grupos indígenas de zonas rurales (como es el caso de la desaparición forzada de Rosendo Radilla). Distintas agrupaciones de derechos humanos han contabilizado al menos 1,200 desaparecidos durante esa época. La Fiscalía Especial para la Atención de Movimientos Sociales y Políticos del Pasado (FEMOSPP) habla de al menos 643. 

Desde aquellos años, un colectivo de madres de desaparecidos ha exigido que aquel terrorismo de Estado no quede impune ante la historia. Su insistencia dio, a principios de este año, un paso trascendental: la inauguración del Museo Casa de la Memoria Indómita. 

Ese edificio - ubicado sobre la Calle Regina 26 en el Centro Histórico de la Ciudad de México - es un espacio con documentos, fotografías y objetos relacionados con las desapariciones forzadas ocurridas en nuestro país durante la Guerra Sucia. No es de extrañarse que su apertura haya pasado casi desapercibida para los medios de comunicación. La historia de los desaparecidos en México ha sido silenciada durante décadas, convirtiéndose en una memoria difusa. Este espacio es una oportunidad para darle nombres y apellidos a una memoria distinta a la de la historia oficial: la de las madres que no se han rendido en su batalla contra el olvido. 

Valdría la pena considerar este sitio como una visita obligada para todo aquél que se encuentra en el Distrito Federal. Es lo menos que cualquier mexicana o mexicano puede hacer para sí y su país: ejercer su derecho a la verdad mediante el proceso de la memoria, buscando dar cumplimiento a aquella exigencia que ha sido compartida por todos los pueblos a América Latina: “Nunca más”.

1 comentario:

Vladimir dijo...

La guerra sucia también tuvo presencia en Yucatán, ya que en 1974 fue asesinado Efraín Calderón Lara, estudiante de derecho que asesoraba a varios sindicatos en la lucha por sus derechos laborales. Fueron implicados Echeverría y Víctor Cervera Pacheco en su muerte, que en parte pretendía desestabilizar al gobierno estatal.