Cuando la habitación
de día por fin comienza a menguarse ,
Mérida es paredón
donde mi frágil cuerpo
aturde a la noche sin levantarse.
Matemos la ciudad
con sangre de guano y flamboyán,
fauna lunar.
Cuando la habitación
oscurece aún sin desnudarme,
etérea comunión
de labios como espejo,
latido de un templo por derrumbarse.
Matemos la ciudad
con sangre de guano y flamboyán,
fauna lunar.
Se masturba un domingo
frente al fantasma de un día suicida.
Sediento va el camino
buscando sin hallarse
entre las horas y las avenidas.
Matemos la ciudad
con sangre de guano y flamboyán,
fauna lunar.
Ciudad blanca en gemidos;
Ciudad fetiche, estatuas militares;
Ciudad del “tuyo y mío”;
Ciudad, gastas la vida;
Ciudad viril de espectros habitantes.
Ciudad falta de ruido;
Ciudad fuente de misas y de altares;
Ciudad, no voy contigo;
Ciudad todo se olvida;
jodida entre todas nuestras ciudades.
Bastarda es la ciudad
con sangre de guano y flamboyán:
puta solar.
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