lunes, 18 de junio de 2012

YUCATÁN: LA CENTROAMÉRICA MEXICANA

Poco se habla de la influencia centroamericana en Yucatán. Se habla comúnmente de las aportaciones española, cubana o libanesa que, junto al origen maya de nuestra población, constituyeron la identidad sociocultural de la Península; pero el componente centroamericano es rara vez reconocido. 

No quisiera pasar por barbachanista trasnochado, pero no son pocos los yucatecos que desconocen que el movimiento liderado por Miguel Hidalgo poco tuvo que ver con la emancipación yucateca de España. Poco tiempo después de que se reconociera la independencia del entonces Imperio Mexicano, las regiones que hoy conocemos como Guatemala, Honduras, El Salvador, Nicaragua y Yucatán, decidieron adherirse al Plan de Iguala (y por ende a México) para obtener su libertad. De acuerdo con el plan centroamericano, una vez independientes de España, estas naciones se separarían de México para constituir la efímera República Federal de Centroamérica. Los únicos que a último momento decidieron no formar parte de este proyecto de república y prefirieron permanecer en México fuimos nosotros. 

Pero más allá del elemento histórico, existen innumerables convergencias culturales entre Yucatán y el resto de los países centroamericanos. Un ejemplo claro resultan las bombas “yucatecas”. Realmente son una tradición nicaragüense que se extendió hasta lugares como Honduras y el norte de Costa Rica, donde pregoneros vestidos de guayabera recitan las bombas acompañándolas con bailes típicos que muy poca distancia guardan de las vaquerías “yucatecas”. Ni hablar de la gastronomía centroamericana, que en lugares de clima parecido al nuestro posee similitudes con la nuestra. (Por cierto, la costumbre de cubrir los tamales con hojas de plátano y no de maíz también es herencia centroamericana.) 

 Espero no sonar pretenciosos si digo que incluso tengo como hipótesis el posible origen centroamericano de la expresión “mare” yucateca, la cual está ya prácticamente en desuso. A lo largo de Centroamérica se suele decir “maje” para manifestar asombro, sorpresa o poner énfasis en alguna expresión (entre otros usos) de forma muy similar al “mare”. Por si fuera poco, en distintos países la expresión “maje” fue sufriendo modificaciones – como sucede con el “mae” costarricense – por lo que pudiera ser que el “mare” sea una de ellas. No tengo pruebas ni más sustento que la mera intuición, pero considero que no es una hipótesis del todo descabellada. 

De cualquier forma, me parece que es clara la herencia centroamericana en Yucatán. Desconocida por muchos, pero se encuentra presente. No son pocas las manifestaciones culturales que comúnmente denominamos “yucatecas” cuyos verdaderos orígenes se dieron un poco más al sur. A fin de cuentas ¿Acaso no hay nada más yucateco que la identidad compuesta a partir de muchas otras?

lunes, 11 de junio de 2012

PRESIDENCIABLES: SIN PROYECTO DE POLÍTICA EXTERIOR

Si pensamos que el primer debate fue lamentable, el segundo aburrió y decepcionó aún más. Los candidatos demostraron su falta de perspectiva sobre ciertas temáticas e, incluso, su falta de conocimiento. Esto fue aún más notorio durante el bloque relativo a la política exterior. 

Cierto es, como dijo López Obrador, que para lograr competitividad internacional debemos primero dedicarnos a fortalecer el mercado interno, toda vez que sin crecimiento a nivel interno no podremos estar en igualdad de circunstancias para competir en el exterior. Ésto fue lo único rescatable que dijo durante todo ese bloque. Vázquez Mota no dijo prácticamente nada y usó el tiempo para atacar. Peña Nieto, si bien tuvo razón al decir que debemos diversificar nuestras relaciones internacionales más allá de Estados Unidos, dejó en claro que no tiene la menor idea del cómo. Se limitó a decir que debíamos exportar a Asia-Pacífico y a Sudamérica, como si eso únicamente dependiese de la buena voluntad y no de una dinámica aún más compleja. 

Política exterior no es sinónimo de comercio exterior. Para alcanzar la plenitud de ésta primero debemos desarrollar aquella. No se trata sólo de decir “vamos a vender a otros países”. Para vender debemos generar una oferta que sea competitiva y buscar los puntos estratégicos de demanda. Más aún, para poder llegar a estos puntos debemos formar parte de una agenda internacional estratégica. El aislamiento mexicano del resto de América Latina – en gran medida auto impuesto – es uno de nuestros principales obstáculos. 

La presencia de México en la política regional se está volviendo cada vez más prescindible. El crecimiento sudamericano no se dio simplemente por decir “vamos a vendernos mutuamente”, sino porque estos países se involucraron en una agenda común que permitió el desarrollo de alianzas estratégicas, las cuales trajeron por añadidura tratados de libre comercio y fuertes relaciones comerciales. 

¿Cuándo México pasará de ser observador del Mercosur a ser un Estado miembro? ¿Cuáles son sus estrategias para tener un papel líder y determinante en la recién nacida CELAC? ¿Qué posición está adoptando ante el actual debate en el Sistema Interamericano? ¿Qué ofrece nuestro país para el desarrollo energético ante los últimos acontecimientos en la geopolítica actual? 

Podrán parecernos asuntos lejanos e irrelevantes en comparación a problemas más cercanos a nivel local, pero no es así. La diferencia entre los países de América Latina que hoy viven un mayor crecimiento y nosotros ha sido, en gran medida, que ellos han sabido jugar bien estas cartas. Nuestro país, en cambio, ha desperdiciado a lo largo de su historia innumerables oportunidades de crecimiento al descuidar su política exterior. 

Lástima. Ninguno de los candidatos nos ofrece absolutamente nada contundente en este rubro.

domingo, 3 de junio de 2012

#YOSOY132 NO SÓLO MARCHA, PROPONE

#YoSoy132 es un signo de que los jóvenes de México por fin hemos salido de nuestras “vacaciones de la historia”. La mayoría de los que nos hemos sentido atraídos por este movimiento formamos parte de una generación que - según se creía - apareció en el momento preciso para heredar el olvido histórico. Muchos no habíamos desarrollado aún conciencia política cuando Colosio fue asesinado. Apenas podíamos comprender el impacto de la devaluación de la moneda o de la inesperada aparición de unos encapuchados declarándole la guerra al ejército mexicano una noche de Año Nuevo. Nacimos en vísperas de la caída del sistema o quizá unos años después. Fuimos criados por víctimas del FOBAPROA y por muchos que vivieron su juventud durante la Guerra Sucia en los 70’s. Crecimos escuchando historias sobre tiempos remotos en los que las movilizaciones estudiantiles eran una herramienta básica para la participación política, aun cuando estaban prohibidas. Por muchos años nos enseñaron a asumir el rol de silentes testigos del tiempo. Ver pero no tocar, dejar que las cosas pasen sin remedio. Amaestrados y adormecidos, crecimos pensando que nuestro papel en la sociedad era permanecer estáticos y que la democracia debía limitarse al ejercicio del derecho a obedecer.

 Ahora la historia ha llegado para rendir cuentas. Dejó de ser un ente inaccesible y se ha materializado en el presente. Ya no es el lejano y penoso pasado, ni un futuro ambiguo e incierto. Ha tomado las calles y se ha convertido en el ensordecedor paso de miles de jóvenes en todo el país. Nadie iba a imaginarse que incluso una sociedad como la yucateca – por muchos considerada “sumisa” y “poco participativa” – iba a unirse a un movimiento como éste. #YoSoy132 es tan sólo el nombre que ha adoptado el deseo generalizado de contar con medios de comunicación que verdaderamente lo sean. Es, sobre todo, una invitación a hacer política desde la ciudadanía. La juventud de México ha recuperado su papel como pieza indispensable y fundamental para la transformación del país. Los anhelos por construir una democracia participativa tienen hoy una nueva herramienta a través de este movimiento.

Pero el movimiento sería estéril si se quedase únicamente en las marchas. Es por eso que #YoSoy132 Yucatán ha convocado a todos los interesados a participar en distintas mesas de trabajo este miércoles a las 5:00 pm en el Parque de Santa Lucía. Este encuentro tendrá como finalidad organizarse en diversos grupos ciudadanos de trabajo para impulsar proyectos en beneficio de la sociedad. Se trata de una invitación a iniciar un ejercicio democrático más allá de las urnas. Ojalá muchos que comparten esa inquietud por reconstruir los medios de participación ciudadana asistan. Definitivamente, esta reacción en cadena que inició en la Ibero no finalizará junto al calendario electoral.