En la Península de Yucatán cerca
de quince mil familias dependen de la producción de miel. Más de diez mil
toneladas de miel generan anualmente un derrame económico de trescientos
millones de pesos. La importancia de este sector productivo para nuestra región
es incuestionable. A pesar de ello, destaca el poco protagonismo que ha tenido este
tópico entre los candidatos a la gubernatura del Estado como parte de sus
propuestas de campaña. Pero sería más lamentable aún que nosotros como sociedad
nos mantuviésemos desinformados ante la actual crisis que vive ese sector
productivo.
Desde 2011, la polémica empresa
estadounidense Monsanto fue autorizada para sembrar treinta mil hectáreas de
soya transgénica en nuestra región. Como consecuencia, el polen de la soya
transgénica ha contaminado la siembra de la miel. Esta alteración en el cultivo
ha sido detectada por la Unión Europa, destino del 90% de la producción de miel
mexicana. Debido a los estrictos estándares que impiden la entrada de productos
transgénicos al territorio europeo, la economía regional se ha visto seriamente
afectada y se calcula que podría generar pérdidas de hasta doscientos millones
de pesos. A pesar de ello, Monsanto espera sembrar este año cerca de doscientas
cincuenta y tres mil quinientas hectáreas de soya transgénica en la Península
de Yucatán, Chiapas y la Huasteca.
Esta semana Aké, Mayapán, Kabah,
Oxkintoc, Izimal, Kulubá, Dzibilchaltún, Ek Balam, Chichén Itzá y Xtampac
fueron el escenario de protestas simultáneas para solicitar que la Península
sea declarada territorio libre de transgénicos. El Pueblo Maya, con el apoyo de
organizaciones nacionales e internacionales, ha iniciado una lucha urgente para
impedir el deterioro del medio ambiente, la salud y la economía en la región. El
objetivo es claro: detener el paso de Monsanto o de cualquier otra empresa que
intente introducir transgénicos en el cultivo.
Este es un tema que debe encabezar
nuestras preocupaciones a la hora de decidir a quiénes elegiremos como
gobernadores en los tres estados de la Península. En el caso específico de
Yucatán, nuestra meta debe ser no llegar a las urnas sin que los señores Olivia
Guzmán Durán, Joaquín Díaz Mena, Rolando Zapata Bello y Eric Villanueva Mukul
nos hayan manifestado de manera precisa su posición, así como sus propuestas
para solucionar esta problemática. ¿Qué harán con el avance de los productos
transgénicos en Yucatán? ¿Cuál debe ser la estrategia para defender la
producción de la miel? Debemos posicionar este asunto como prioridad en la mesa
de discusión y exigir propuestas concretas al respecto. Son este tipo de
temáticas y no asuntos secundarios los que debe acaparar nuestra atención
durante la contienda electoral.
1 comentario:
Ya se extrañaban notas como estas mi estimado Kalycho.
¡Saludos!
-JR-
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